Es una niña de corta edad que representa la inocencia, ternura y fragilidad. Pollito es ingenuo, una noche un ruido la despierta. “Es un animal en la recámara de mis padres; el animal tiene la piel de mi madre…” Para su padre ella es una niña retrasada, además se hace pipí en la cama. Su vida se divide en etapas: exploradora, cocinera… pastora, y ya mujer fue clavadista. “¿Sino soy pollito qué puedo ser…?” Su padre las abandona, la madre toma su lugar. Crecer duele.
El universo onírico de Pollito está poblado con seres surrealistas que el subconsciente inculpa. Todo se viste de amarillo, el color de los pollitos. La transición de niña a mujer se marca con la sangre que mancha su ropa interior. La amistad se fundamenta sin la privacidad que toda adolescente merece tener. “Las tetas a cierta edad no deberían estar en una…”. Su feminidad la confronta, cuestiona su lugar en un mundo que las violenta.
La dirección es de Micaela Gramajo, realiza un trabajo muy interesante, en sus manos tiene un texto complejo y poderoso, el cual debe traducir al lenguaje teatral. Para ella “la puesta en escena debe potenciar tres elementos esenciales del texto: lo metafórico, lo ambiguo y el contraste”. Cada escena la desarrolla desde esta perspectiva; con esta lectura de la obra logra una puesta en escena llena de simbolismos, divertida y perturbadora. El trabajo está bien logrado.
Pollito es un personaje con rostros distintos, tres actrices le dan vida: Dulce Mariel, Nara Pech y Ana Karen Peraza, las tres cuidan que la protagonista no pierda su cualidad y personalidad. Un trabajo bien compaginado y equilibrado. Complementan el reparto Armando Comonfort, Judith Inda, Carlos Matus, Gabriela Núñez, Miguel Ángel López y Alan Uribe. Talento y rigor en este grupo actores y actrices que forman parte del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro (CNT).
La obra no le da certeza al espectador de lo que allí sucede, la protagonista narra los acontecimientos, el público desde su propia oscuridad interior dará su interpretación. Es una obra como dice Micaela que “te sacude, te descompone, pero también te abraza…” Al finalizar la función quedan en el aire preguntas y reflexiones para hombres y mujeres.
Las funciones son en el Teatro Helénico del 21 de mayo al 27 de junio de viernes a domingo.