“La loba danzante: Arquetipos femeninos y conexión con la Tierra”.
La danza, arte que posibilita la expresión corporal a través del movimiento, ofrece la ocasión para resignificar la vida. En «Contradanza viaje 40.1: los sonidos del cuerpo», la compañía Contradanza festeja sus cuatro décadas de trayectoria artística, impulsando una metamorfosis personal centrada en alterar la percepción, así como en optimizar la relación del individuo con su entorno.
¿Cuál es el propósito de la vida? El proceso de creación de la existencia humana junto con el planeta constituye una obra de arte en su totalidad. Nuestro planeta refleja la visión del artista así como su habilidad para plasmarla en forma tangible. Cada detalle de nuestro sistema humano representa la dedicación en cada paso, otorgándole valor a la obra para trascender en el tiempo. Las piezas testimonian aspectos de la vida, mostrando cómo la existencia humana puede sentirse ligera e insignificante. La vida es breve, la muerte inevitable, lo que conlleva una sensación de desesperanza y angustia, pero también el deseo de seguir vivos. Asimismo, se sugiere que las decisiones tomadas en la vida no poseen un impacto duradero, en consecuencia que todo lo que hacemos podría resultar en vano. Las piezas abordan temas como el amor, además del peso de la responsabilidad. Se trata de enfrentar las elecciones personales y cómo éstas afectan nuestras vidas, así como las de quienes nos rodean.
AZUL ES NUESTRO HOGAR
La primera pieza aborda un diálogo con la tierra, que se produce simultáneamente al vibrato de la percusión ejecutada por un baterista. En este diálogo, nos cuestionamos de qué manera podemos fluir tanto con la tierra como con nosotros mismos; a su vez, ello encierra un profundo sentido de gratitud hacia la vida y el planeta que habitamos. Al aludir a que el azul representa nuestro hogar, nos referimos al color distintivo de la Tierra observada desde el espacio. Tal perspectiva nos recuerda que todos formamos parte de un conjunto mayor, por lo que es imperativo cuidar nuestro planeta considerándolo como el hogar que realmente es.
En esta reflexión, la energía de los cuerpos adquiere un papel importante. La danza representa la armonía con el equilibrio entre seres humanos junto con la naturaleza; al mismo tiempo, la energía de los cuerpos simboliza la fuerza, la vitalidad que nos mantiene vivos. Los bailarines se postran al vaivén de su propia emancipación sonora. Sombras reflejantes ante las reacciones inequívocas de sus aciertos o desaciertos, voces acalladas que se repiten constantemente en que se debe cargar con la responsabilidad de su mundo para sobrevivir. Se trata de la introspección de una sombra inseparable, presente en todas las decisiones, que puede ser violenta, pero también un acompañante fiel, celebrando el valor de estar vivos hasta el último día de la existencia. Es necesario cuidar una tierra en constante movimiento, repleta de bondad, en la cual, si el hombre desfallece, la tierra se regenera.
LOBAS
La segunda pieza es una colaboración artística entre México-Canadá busca integrar conocimientos del cuerpo junto con la música, todo ello desde la subjetividad, en respuesta al espíritu maduro de las bailarinas Cecilia Appleton y Suzanne Miller. Esta alianza se complementa con las sonorizaciones de Allan Paivio y Carole Chargueron, quienes aportan su talento al proyecto. La subjetividad en la danza contemporánea ofrece la posibilidad de apreciar la riqueza emocional junto con las vivencias plasmadas en el movimiento corporal. Al observar el espíritu maduro en la danza, se evidencia el envejecimiento entrelazado con la vitalidad, reflejando el paso del tiempo y la sabiduría adquirida.
Las mujeres son símbolos de instinto, inteligencia, coraje, resiliencia. Se convierten en musas inspiradoras para coreografías que indagan en las profundidades del ser humano. La loba, como arquetipo, resuena en el alma evocando libertad, sabiduría interior y adaptabilidad. La conexión profunda con la comunidad, en una búsqueda incesante de autenticidad, liberación, nos recuerda que la danza es un medio para expresar, entender la complejidad de la experiencia humana. Al danzar, al igual que en la vida, se celebra la belleza de la diversidad, la transformación a lo largo del tiempo, siempre reconociendo que la vitalidad, la sabiduría del espíritu maduro son tesoros invaluables en nuestra sociedad.
En la actualidad, las mujeres mayores de 60 años, a pesar de haber enfrentado numerosas adversidades, han aprendido a ser flexibles para encontrar nuevas formas de enfrentar los desafíos que se les presentan. Una de las fortalezas más importantes que poseen estas mujeres es su capacidad de adaptación, por lo tanto, de liderazgo. Asimismo, estas mujeres también poseen una gran resiliencia, habiendo aprendido a tomar sus fracasos y rechazos como oportunidades de crecimiento para un desarrollo personal, encontrando la felicidad en las pequeñas cosas, teniendo una actitud positiva frente a la vida.
En última instancia, estas mujeres atesoran una vasta sabiduría y experiencia. Han atravesado numerosas situaciones a lo largo de sus vidas, adquiriendo lecciones valiosas en el proceso. Gracias a ello, han desarrollado una perspectiva amplia, profunda acerca de la vida, aprendiendo a valorar lo que verdaderamente importa. Han cultivado el arte de vivir en el presente para apreciar lo que poseen. Algunos de los testimonios que ejemplifican este enfoque de vida son los de Martha E. Guerrero García, Angélica Rebeca Muñoz Osnaya, Rosa Elena Téllez Sánchez y Adela Valenzuela, cuyas historias se presentan como Testimonios en rostro. (Interludio).
Créditos:
–Azul es nuestro hogar: Coreografía de colaboración creativa: Cecilia Appleton | Yseye Appleton. Música: Azul es nuestro hogar de Eduardo Soto Millán. Bailarines: Yseye Appleton y Sergio Vázquez. Batería: Jonathan López. Diseño de Iluminación: Francisco Muñoz Ávila. Asistente de iluminación: Carlos Franco. Multimedia: Carlos Xi. Operador de multimedia: Yéred Zabdiel Domínguez Pérez. Video del documental: Pablo Gasca. Vestuario: Alicia Jara
Producción y escenografía: Claudia Franco. Testimonios en rostro (interludio). Esta propuesta surge de la invitación que Contradanza hizo públicamente a mujeres mayores de 60 años para pronunciar en un texto las fortalezas que las han ayudado a seguir adelante aún sus adversidades. A ellas, les agradecemos haber acudido al llamado y aceptar que escenifiquen sus revelaciones. Textos: Martha E. Guerrero García, Angelica Rebeca Muñoz Osnaya, Rosa Elena Téllez Sánchez y Adela Valenzuela. Voces en off de los testimonios: Ana Luisa Alfaro, Miguel Hacha, Marina Vera y Viridiana Bravo. Edición de textos: Yseye Appleton. Multimedia: Carlos Xi .
–Lobas: Coreografía e interpretación: Cecilia Appleton y Suzanne Miller. Música: Allan Paivio y Carole Chargueron*. Diseño de iluminación: Francisco Muñoz Ávila.. Asistente de iluminación: Carlos Franco. Diseño y realización de vestuario: Suzanne Miller y Alita Winburn. Difusión: Maricruz Jiménez. Redes sociales: Viridiana Bravo.
Se presenta: Sábado 15 abril 2023, 19:00 h | Domingo 16 abril 2023, 18:00 h | Sala Miguel Covarrubias Centro Cultural Universitario Insurgentes Sur 3000.