Inverso a la celebración del Día de los muertos; festejar a los muertos es lo tradicional, pero es válido también festejar a los que aún viven pero no lo saben o no se dan cuenta. Las almas de la Cantante, el Teporocho, el Músico y el Chef se preparan para recibir a los que ya fallecieron, tienen todo dispuesto, comida, bebidas y canciones para la celebración, sin embargo al pasar lista para darles la bienvenida, nadie responde.
Antonio Cerezo escribe y dirige Día de los vivos, un show articulado con elementos que divierten; títeres, máscaras, vestuario y música en vivo compaginan un lúdico espectáculo dirigido a todo público. Lo acompañan en esta aventura Alejandro Benítez (dirección y manipulación de títeres), Armando Tapia y Sofía Sanz. La composición y dirección musical es de Ernesto Anaya
Día de los vivos es un divertimento donde los espectadores son los muertos pero siguen vivos, es decir, que no se han muerto, pero viven sin entusiasmo y sin alegría por la vida. Luego entonces las almas de estos cuatro alegres personajes, se dan a la tarea de recordarles con música y canciones que la vida es hermosa y que hay que vivir con plenitud y ser feliz.
La obra nos habla de la muerte pero sin los clichés tradicionales, acá no vemos calaveras, máscaras, vestuario o maquillajes que nos remitan a los festejos de día muertos. La “comida” no incluye pan de muerto o todo aquello que vemos en los altares que se montan para recordar a quienes ya no están. En este escenario las almas de estos singulares personajes, nos hacen sentir que seguimos vivitos y coleando.
La producción es de Teatro Facto, compañía dedicada (según el boletín de prensa) a la creación de teatro de papel. Se fundó en 2007, se concentra en experimentar con el acercamiento al espacio escénico bidimensional a través de la actuación, la narración oral, la manipulación de títeres planos, la música en vivo y la combinación de diferentes idiomas como el español, inglés, alemán, catalán y francés, utilizando el papel como principal materia prima para la producción de sus montajes.
El objetivo primordial de la puesta en escena es divertir y lo logran, hacen reír a través de un trabajo que refleja su preparación y aptitud. Los actores en el escenario están en la misma sintonía, son una unidad avocada al quehacer teatral; logran un buen resultado con talento, rigor y profesionalismo. Y esto es importante ya que buscan llegar al público infantil, público que a futuro será quien llene los teatros.
Las funciones son en el teatro El Milagro los sábados y domingos a las 13:00 horas hasta el 25 de octubre. Debido a la pandemia los boletos se pueden adquirir el boletopolis.com o directamente en la taquilla del teatro.