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La avestruz de Crisanta Cruz

Fotos, Cortesía de .a Producción

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Roberto Sosa López
Roberto Sosa López
Amo el teatro, pertenezco ala Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro (ACPT)

Regina no cree en el amor, le cagan las bodas y ahora su mejor amiga le ha pedido ser dama de honor y está atorada en el vestido. Antes de salir del probador, Regina deberá evaluar cómo llegó a ese punto de su vida para solucionar sus problemas, o al menos no empeorarlos.

Platicamos con Crisanta Cruz, protagonista del monólogo La Avestruz.

¿De qué trata la obra?
Es una mujer que se llama Regina que está pasando un momento complicado, en el amor no le ha ido muy bien y su mejor amiga le pide que sea su dama de honor en su boda, ella como la quiere pues acepta, a pesar que ella en esos momentos odia las bodas, odia el amor; ella dice que está muy feliz sola. Va a probarse el vestido de dama y el vestido no le queda, además está espantoso y se queda atorada en este vestido, en ese probador. Y partir de allí nos empieza a contar como llegó a este momento, porque piensa lo que piensa y  se da cuenta de algo que no ha resuelto en su vida, que es esa relación pasada que tanto la lastimó, y es dentro de este vestidor que tiene como un cambio de pensamiento  y nos lo cuenta a través de una comedia muy divertida, muy ligera, que nos hace reflexionar y nos vamos a identificar con ella; Regina es un personaje muy divertido y muy liberador también.

¿Qué te identificó con el personaje, por qué decidiste interpretar a Regina?
Bueno primero que nada yo venía de hacer musicales y me llega esta oportunidad de hacer este monólogo, el primer monólogo en mi carrera, leo el texto y veo que me identifico con ella en su forma de pensar, de hablar, de ser; mi productor siempre me dice por qué no le pusieron Cris a este personaje en lugar de Regina. Todos hemos tenido decepciones, ella es una persona que no tiene pelos en la lengua, dice las cosas como son, no piensa mucho lo que dice y luego anda disculpándose  y metiéndose en problemas por esa situación. Y pues me ha pasado, la verdad, estar en este lugar y tener que controlar un poco mi personalidad, mi manera de pensar y pensar  dos veces antes de hablar. Me identifico con ella así, a veces nos decepciona el amor, no tanto porque nos hayan lastimado en una relación, sino que nos decepciona  y ya, no es lo que buscábamos y estamos en momentos a veces en crisis,  por eso me identifiqué con ella, es un personaje que amo, que adoro,  quiero prestarle la voz y el cuerpo para suceder.

¿Desde este personaje quieres dar un mensaje a las chicas que sienten y piensan cómo tú?
De alguna manera puede ser que sí, Regina es cierto que dentro de este viaje que tiene descubre que puede ser feliz ella misma, tiene muchas cosas por las que sonreír, que si se encuentra con el amor de pareja pues bienvenido y sino, pues también va a ser feliz, va a salir adelante, ella es suficiente para eso; es un gran mensaje no solo en estos tiempos, es siempre, para nosotras y para los hombres, para todos;  creo que aunque el personaje es una mujer, nos da un poco de valor para decir: “oye tu eres suficiente, estés con quien estés y si estás con alguien que padre y si no estás,  también que padre… y sé feliz con lo que tienes, y lo que el mundo te da para estar bien”.

Es tu primera experiencia con un monólogo ¿cómo lo afrontas…?
Para mí fue complicado primero decir si puedo, a veces los actores sufrimos de inseguridades y la verdad yo me lance al abismo, venía de “Mentiras  El Musical”, estuve ocho años y medio haciendo el personaje principal en esta obra, que es un éxito en todo el  país. Decidí tomar otro camino y probarme como actriz en otros lugares; hay que tener cuidado con lo que pides porque el mundo te lo puede dar, y me paso así tal cual, me llega este reto, creo que lo que me ayudó a salir adelante fue la mano del director, César Enríquez. Él fue quien me eligió para hacer este personaje, este monólogo. Contar con su experiencia, todo lo que ha vivido, y ser guiada por su mano. Él no solo actúa, también escribe, produce, dirige, tiene toda la experiencia del mundo. Creo que encontrarme con César fue una tranquilidad,  saber que iba por buen camino, yo sabía que él me iba a decir absolutamente todo como es, no me le iba a esconder, no me iba a dorar la píldora;  sentía que él iba hacer algo maravilloso y fue lo que pasó, me dejé llevar por este gran director y eso fue lo que logramos:  seguridad y tranquilidad, claro que antes de cada función me muero del nervio, quiero salir corriendo, pero la seguridad él me la da. Trabajamos, hay una trasfondo, hay una creación del personaje, todo lo que viene detrás, y es lo que me hace estar de pie en el escenario, saber que va resultar una función bonita y que al público le va a gustar y se va a identificar con Regina cada que la vea.

¿Si César Enríquez  no te hubiera dirigido, la obra tendría otro resultado…?
No sé, no quiero pensar en eso, tal vez sería otro producto muy diferente, quizá el personaje tendría otras cosas, otros tintes, otras características; cada persona, cada actor  le da su interpretación y su manera de ser,  y le presta sus herramientas. También cada director tiene una visión diferente, creo que sería una obra distinta, no sé tal vez también le hubiera ido muy bien y también al público le habría gustado; a mí me encantó trabajar con César; agradezco a la vida, agradezco a Saúl, y sobre todo a César, este gran hombre que me llevó de la mano en esta obra, yo me siento muy cobijada por él, eso es lo que pasa. Hay miles de buenos directores, pero yo, que fue mi primer monólogo, que me enfrenté sola a la comedia, y yo sentía que no era mi fuerte, sin embargo él me hizo ver que si tengo cosas que ofrecer. La verdad me sentí bien y muy  bien guiada. Seguramente hay otros directores que habrían hecho otro trabajo más espectacular, pero bueno la vida nos hizo coincidir, hizo que fuera un producto maravilloso y que a la gente le gustará, ya tendremos tiempo de experimentar con  otros directores, es increíble también trabajar con mucha gente.

¿Es la primera vez que trabajas con César Enríquez..?
Sí es la primera vez.

¿Por qué hacerlo en el género Cabaret, qué te dice, qué te atrae…?
Lo obra no es tal cual Cabaret, no lo es, no hace una crítica tan frontal a la sociedad , a lo que está pasando, si lo es, pero yo diría que es más bien como Cabaret light, es más una comedia con tintes de Cabaret; no es la cien por ciento como lo que hace César, como en  “La Prietty Guoman”,  o “Por jodidos y hocicones mataron a los actores…”, que son obras que justamente hacen crítica social, obras  con las cuales ha sido reconocido a nivel mundial;  acá lo que hizo fue como ponerle estos tintes, pero no irse completamente a este género Cabaret. Para mí también fue toda una experiencia,  quería experimentar, crecer como actriz, aprender otros géneros y me llamó la atención el texto solito, y bueno conocí a César y pudimos  trabajar. Ahora estoy feliz y me encantaría seguir creciendo con él y tal vez entrarle de lleno al Cabaret, entender todo lo que viene, de donde viene, que raíces son, realmente estudiarlo, porque requiere un trabajo mucho más profundo y seguir aprendiendo de César  y de muchos otros maestros de este género.

Después de tu participación en musicales, en grandes escenarios, con el público en vivo,  ¿cómo te sientes de trabajar ahora en una plataforma digital, frente a una pantalla?
Ha sido una experiencia nueva, está sensación de ser un poco híbrido; no es cine, no es tele y tampoco es teatro al cien por ciento,  porque no estás ahí presente con público, esta  es una manera que el teatro ha encontrado de llegar al público y no morir en una situación tan complicada como la que estamos viviendo. Y en este caso La avestruz, y lo que quiso hacer César, lo que quisimos hacer todos, fue incluir de alguna manera a la  cámara,  que no sea solo un ojo que nos esté grabando, sino que también tratemos de “romper la pantalla” de alguna manera y hacer al espectador partícipe de lo que está sucediendo aunque esté en otro lado. Hablarle directo a la cámara, preguntarle directo a la cámara, tratar de incluir incluso a los camarógrafos en algún sentido, tratar de romper está tensión que hay, saber que es una cámara y que solo se vean ciertas cosa. Intentamos que sea más ligero y que también fuera parte de esta realidad que estamos llevando al público. Para mí fue diferente, nunca me ha tocado hacer teatro con una cámara,  nuca jamás y nunca jamás pensé que eso iba a pasar; siempre era el teatro, la televisión y el cine, ahora está este género como híbrido, que aparece así a partir de una situación de crisis que es el streaming . Hicimos una adaptación a tres cámaras, acentuar algunas cosas para mover el foco, para marcar alguna broma, algún chiste, una cosa importante; quisimos un lenguaje que nos ayudara a contar la historia y que no estuviera como un espectador más. Si es complicado, es difícil  no tener al público presente porque de alguna manera te retroalimentas  de ellos, sabes que la obra va bien porque la gente se ríe, aplaude o reacciona, y aquí  estás deseando que esté pasando eso a través de sus pantallas. La primera vez nos escribieron que les gustó mucho, que se rieron todo el tiempo, que estuvieron muy al pendiente, que no se distrajeron porque  es algo que puede pasar, porque estás en tu casa; estamos experimentando, el teatro busca maneras de llegar, de no morir y si ésta es una nueva forma que nos lleva hasta el público, pues es bienvenida.

Con estos nuevos lenguajes híbridos no se tiene al espectador presente, pero se llega a más público, te ven en otras partes, fuera y dentro del país. ¿Estás dispuesta a trabajar de forma presencial y virtual…?
Sí, es una nueva manera de llegar al público que a veces no está aquí, no está en la ciudad, que quisiera ver muchas producciones y no pueden, viven y trabajan en otras partes. Justo nos ha pasado con el streaming, no solo a La avestruz,  sino a todos les ha pasado;  la vez pasada nos vieron desde Los Ángeles, estamos cruzando fronteras del país y eso está súper padre, nos está abriendo un campo que jamás pensamos que podríamos cubrir y yo si apostaría por la forma híbrida, porque incluso viviendo en las ciudades si tienes hijos pequeños, o tu trabajo no te permite trasladarte, quizá el tráfico, llueve y ya valió; siento que esto nos permite llegar a más público que a veces no se puede transportar  a un teatro, creo que sí, ahora se trabajará y seguramente habrá muchas obras que lo harán de forma híbrida, y algunas incluso se inscribirán para hacerlas en línea, y si es un nuevo campo de trabajo  que nos dará más oportunidades, pues bienvenido.

La avestruz es un ave y se dice que cuando siente el peligro o miedo, esconde la cabeza. ¿Tú escondes la cabeza,  Regina y Crisanta…?
Si claro que sí, yo soy muy avestruz la verdad, sobre todo al principio, soy mucho de encerrarme y tomar aire. Me pasa después de hacer un casting que no logré, que me dieron las gracias de un proyecto que yo quería hacer a nivel profesional; me quiero encerrar en mi casa, no ver a nadie y llorar mi pena y dejar de ser actriz porque es frustrante. Y al día siguiente sale el sol, y no, la vida no es así, hay que salir adelante, hay que seguir, volverte a preparar  y ser mejor cada día; pero en ese momento claro que me escondo y no quiero que nadie me vea, si me pasa y también cuando hay crisis emocionales, tiendo a encerrarme un poquito, tomar decisiones y ya salir de nuevo al mundo. Si me ha pasado. Y Regina lo hace como a nivel emocional, no enfrenta eso que tiene tan atorado, que es una relación que no le fue bien, donde salió lastimada, se decepcionó; ella se vio para siempre con este hombre y simplemente no pasó y no lo ha resuelto, llega a una situación límite que la lleva a un punto donde ya no puede más, y tiene que tomar una decisión, tiene que salir adelante, levantar la cabeza y seguir, porque no nos queda de otra como seres humanos, debemos seguir por mucho que sean largas las crisis. Y vuelve a salir el sol, y aunque está guardada un ratito, vuelve a salir adelante, segura que es la mujer suficiente para ser feliz con lo que venga y lo que le ponga el destino.

El texto es de Saúl Campos, bajo la dirección de César Enríquez. Producción de Ramsés López y Benny Orozco. La Avestruz se presenta vía streaming este domingo 25 de octubre a las 18:00 horas por La Teatrería. Boletos a la venta por La Teatrería.

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