Es considerada como una de las personas más influyentes de su época, se convirtió en un referente de inspiración, motivación, entusiasmo y dedicación implacable a pesar de los obstáculos que enfrentó; se trata de la batalla de Helen Keller para comunicarse, superar sus discapacidades, acceder a la cultura y a la educación. Se convirtió en una impresionante fuerza de voluntad y en un empeño por los derechos de las personas con discapacidad sensorial.
A los 19 meses de edad unas fiebres le dejaron sus huellas: sordera, ceguera; poco después, incapacidad de hablar. La razón exacta no se conoce con certeza, se especula que pudo ser debido a “la meningitis” que transformaría su futuro de manera irreversible. Saber exactamente cómo Helen Keller veía o sentía el mundo que la rodeaba, es difícil, describía su ceguera como un «profundo oscuro», diciendo que «el mundo es un lugar oscuro, vacío e inmóvil para mí». En cuanto a su sordera, describió su experiencia como «un silencio completo», diciendo que «el mundo es un lugar silencioso para mí». Helen percibía al mundo a través de una combinación de sensaciones táctiles y vibraciones, en lugar de ver y escuchar.
Alexander Graham Bell, que trabajaba con jóvenes sordos, recomendó a la familia Keller contactar al Instituto Perkins, para los ciegos en Watertown, Massachusetts. Ahí, le delegaron a la profesora Anne Sullivan, con tan sólo 20 años de edad, para llevar a cabo lo que tiempo después sería para muchos el milagro de Helen Keller, que en realidad fue más una gran voluntad, lucha y deseo. Fue el inicio de una entrañable relación de 49 años de amistad y trabajo en conjunto.
Helen al conocerla estaba en un estado de frustración, aislamiento y violenta ya que no podía comunicarse con los demás, así mismo, era una niña mimada. Sullivan logró ayudar a Helen a desarrollar una forma de comunicación al enseñarle el lenguaje de las señas, sobre el mundo que la rodeaba como los objetos, los animales, las personas y los conceptos abstractos, también, tuvo que lidiar con la presión de los padres a la resistencia a sus métodos de enseñanza. El método que utilizó para enseñar a Helen a pensar inteligiblemente y a hablar se conoce como el método “Tadoma», un proceso bidireccional tocando los labios de otros mientras hablan, sintiendo las vibraciones, y deletreando los caracteres alfabéticos en la palma de la mano de Helen. Anne Sullivan, un ícono de la perseverancia y de los corazones fuertes. Era inevitable que una historia tan impactante despertara el interés artístico, y el dramaturgo William Gibson lo capturó en su obra de teatro «The Miracle Worker», basada en la autobiografía de Helen Keller, «The Story of My Life.»Gibson la adaptó al cine, logrando ser nominada a 5 premios Oscar.
Las posibilidades artísticas para representar la historia de Helen Keller son ilimitadas. «La Familia Larrañaga»se enfrenta al desafío de llevarla a escena, sabiendo que ello conlleva una gran complejidad. La escenografía,que puede ser muy variada, debe ser funcional y evocadora, es esencial que sea accesible para las personas con discapacidad, mediante el uso de subtítulos o interpretación en lenguaje de señas. Además, debe ser versátil para que los actores puedan actuar de manera natural y dramática. La iluminación y la sonoridad también serán fundamentales para crear atmósferas apropiadas para transmitir las emociones de la historia de Helen Keller.
En este caso el espacio teatral elegido no es el más adecuado técnicamente, y se ha convertido en una especie de azar para las compañías teatrales en México, al intentar representar sus obras en espacios con características muy particulares que afectan la atmósfera ideal para las historias que presentan. El desempeño de las actrices es versátil en una escenografía que soluciona, aunque mínimamente, la rigidez o lo restrictivo, a pesar del espacio incómodo. Es una escenografía minimalista, que no distrae al espectador y se enfoca en ellas, lo que mejora la tensión dramática. La falta de una sonorización con efectos más puntuales, afecta la comprensión de cómo veía o sentía Helen Keller. El vestuario es adecuado, pero con una iluminación lineal. Aun así, la escenografía logra transportar al espectador al imaginario del espacio de la joven Helen Keller.
Para interpretar a Helen Keller, una actriz debería tener una gran capacidad de expresión facial-corporal, ya que era sorda y ciega, es importante tener un entrenamiento especializado, una comprensión con una sensibilidad profunda de las experiencias y desafíos de las personas con discapacidades, no exhibir suficiente determinación, una gran paciencia en la interpretación de Anne Sullivan (un personaje igual de complejo) o señalar a Helen Keller como uno pasivo al no demostrar suficiente dificultad en la interpretación; otro aspecto a considerar sería la falta de química entre las protagonistas y la falta de representación auténtica, especialmente en cuanto a las limitaciones de Helen Keller, también, la falta de evolución en su desarrollo y comunicación. Todo es para evitar caer en una falta de realismo, versatilidad o paternalismo en la representación del personaje. Cuidar esa delgada línea para que no parezca que Helen Keller, tenga algún tipo de enfermedad o condición diferente a las causas particulares de sus limitaciones.
Las actrices en sus interpretaciones logran matizar dichas características, sin embargo, interpretar a estas notables figuras en cada función -será un gran reto-; requiere una comprensión profunda de las dificultades y una habilidad para transmitirlas, así como de la relación entre ambas.
La lección que dejaron Helen Keller y Anne Sullivan es un recordatorio perenne de la fortaleza del espíritu humano así como la importancia de la perseverancia en la lucha por la igualdad y la libertad. El arte es una herramienta poderosa para sensibilizar a la sociedad al hacer teatro para abordar temáticas relacionadas a la discapacidad sensorial y la inclusión. Una puesta escénica creada por la Familia Larrañaga que merece total reconocimiento por implementar acciones como éstas para llevarnos a un viaje sin límites de dos grandes mujeres.
Dirección: Fernando Larrañaga. La puesta en escena será protagonizada por Patty Larrañaga, Ximena Larrañaga (ambas nietas del director) y con Adriana Larrañaga (hija de Fernando). La propuesta visual: una cabaña en medio del campo está a cargo de Marco Corte, la música original y el diseño sonoro está a cargo de Edher Corte, iluminación de Eduardo Carranza, vestuario de época de Priscila Corte. Asistente Ejecutiva: Patricia Larrañaga.
HELEN KELLER ¡La Historia Increíble! Se presenta todos los domingos de Febrero y Marzo a las 18:00 hrs; en el Teatro Rodolfo Usigli, hasta el 26 de marzo.