Entrevista con la productora Denise Anzures y el director Isael Almanza
María Elena Moreno Márquez, quien cumplió una sentencia en el penal de Santa Marta Acatitla, narra en Casa Calabaza su vida; empezando por su niñez y hasta el momento que fue llevada por las autoridades por haber cometido matricidio.
La obra producida por Denise Anzures y dirigida por Isael Almanza nos presenta a cuatro “Mayes” dislocadas en tiempos distintos, pero en perpetuo conflicto. Platicamos con los creativos sobre este proyecto que se originó en 2016 y que después de varias producciones, y de haberse presentado en algunos de los teatros más importantes del país, llega al Foro La Gruta.
¿Cómo llegó a ustedes la historia de María Elena? y ¿Cómo se sumaron al proyecto?
Denise: La historia llegó a partir del Teatro Penitenciario, que es un programa de estímulo a la creación teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes, dirigido a la población penitenciaria de todo el país.
En 2014 nos invitaron como jurados del certamen donde esta obra ganó el primer lugar. Ahí descubrimos el texto de Maye Moreno.
¿Cuáles fueron las dificultades, o retos, de producir Casa Calabaza?
Denise: La primera dificultad con la que nos enfrentamos fue el nulo apoyo por parte de las instituciones culturales para su producción y movilidad. Casa Calabaza fue un proyecto que se levantó gracias a la necesidad del director, como de una servidora, de llevarlo a cabo con nuestros propios recursos.
En 2016, la fecha de su estreno, la única instancia que creyó en el proyecto fue el Centro Cultural Carretera 45, que en aquel entonces dirigía Antonio Zúñiga.
Leí que esta es la primera vez en la historia de la dramaturgia penitenciaria que una de sus obras es llevada a los teatros más importantes del país, así como a festivales nacionales e internacionales, ¿qué significa esto para ustedes y cómo consideran que otras obras podrían aspirar a presentarse en diferentes teatros?
Denise: Fue trabajo, ímpetu, solidaridad e inteligencia creativa las que abonaron a que esta puesta en escena fuera reconocida como uno de los montajes más importantes y entrañables de los últimos años. Aspiramos a que otras compañías independientes se sumen a la labor del teatro penitenciario, no solo en lo artístico, sino también como campo de estudio e investigación.
¿Cómo consideran que ha cambiado, o crecido, el montaje desde sus primeras presentaciones en 2016 hasta ahora llegar a La Gruta del Helénico?
Isael: Ha cambiado sin duda. Siempre reflexiono sobre su génesis y naturaleza, y de pronto quiero regresar al dispositivo donde se preponderaba un recorrido por las entrañas de los teatros descubriendo de manera sorpresiva a los personajes, pero hemos ido modificando y adaptando según las características de cada uno de los teatros a los que hemos tenido la posibilidad de dar función.
La obra es una reconstrucción de los momentos clave en la historia de la protagonista, ¿Cómo marcaste tú, Isael, estas etapas y qué querías destacar en cada una?
Isael: La estructura narrativa de la obra son cuatro temporalidades de Maye, o cuatro momentos claves de su vida, y me pareció lo más indicado tener en presente la sensación de cada una de las etapas, dialogando en todo momento.
Tener la posibilidad de que la niña interior pueda observar a la mujer presente, y que la mujer presente recuerde a la niña en su etapa crucial, es como sucede con todo ser humano que hace una retrospectiva cuando decidimos o recordamos. Es un juego que se presta escénicamente, y que enriquece la acción.
Al mismo tiempo, ¿Cómo cohesionar el trabajo de las diferentes actrices que interpretan a Maye para que se sienta que realmente son el mismo personaje?
Isael: Las premisas son reaccionar en todo momento en presente, en todas las temporalidades de Maye, y desde esa premisa tan directa las actrices son capaces de contar su versión de su historia desde la perspectiva específica; es como ver tres obras ocurriendo al mismo tiempo.
¿Cómo consideran que los elementos escenográficos (escenografía, iluminación, vestuario) cuentan mejor el viaje de Maye?
Denise: Estos elementos son cruciales para el juego ficcional, pero además, habría que reconocer el trabajo excepcional de la escenógrafa que logró construir a partir de estos elementos que mencionas: una atmósfera realista que tiene un peso simbólico en cada uno de los elementos que conforman la escenografía, pensada y diseñada para entrar a la casa de Maye.
Esta obra permite conocer, y sobre todo, entender la vida de Maye, ¿qué les gustaría que se llevara el público de su historia?
Denise: Acercarnos a los textos escritos por mujeres en reclusión, es acercarnos a la indiferencia humana, al desamor, a la violencia intrafamiliar.
La obra de Maye no puede menos que sobrecogernos, porque despierta en el público la impotencia de quienes no pudieron sobrevivir a la violencia que los abrumaba, pero también nos acerca a la fortaleza humana, a la esperanza, a las manifestaciones de solidaridad y al amor a pesar de todas las circunstancias más hostiles.
Seguir produciendo proyectos del Programa Nacional de Teatro Penitenciario es muy relevante para quienes se encuentran dentro de los reclusorios, para ustedes, ¿cuál es el mayor valor de esta iniciativa?
Denise: El valor de esta iniciativa radica en la esperanza de que repercuta en beneficio tanto humano, como económico, de todas las mujeres que escriben en espacios de reclusión. Que podamos generar un puente entre ellas y nosotres, un puente amoroso que sensibilice a una comunidad de mujeres que han sido tradicionalmente ignoradas. Desterrar el prejuicio y dar paso al entendimiento de lo humano, que es la primera y más importante premisa del teatro.
¿Por qué les gustaría que el público vea Casa Calabaza?
Isael: comunicar el mensaje de Maye es sumamente importante. El no callar, el no guardare los secretos. No dejar que se acumulen las emociones contenidas; y sobre todo, quiero parafrasear a Maye diciendo: “Creo que lo necesario para la felicidad es el amor. Promover la vida para compensar por la vida que quité”. Y por otro lado, plantear una dignidad artística sobre la enunciación de la dramaturgia penitenciaria, como un género pertinente y estético.
Agéndala
Casa Calabaza. Foro La Gruta (Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn, Álvaro Obregón, CDMX). Lunes y martes, 20:00 horas. Entrada general $310.