Entrevista con la directora Angélica Rogel

A partir de la transcripción del juicio realizado a “La manada” (el grupo que abusó sexualmente de una joven durante las fiestas de San Fermín, en Pamplona, España), Jordi Casanova construyó Jauría, una obra que incluye tanto fragmentos de las declaraciones de la denunciante y los acusados, pero sobre todo, una invitación a debatir el sistema legal y la educación sexual, particularmente el concepto de conceso.

La directora: Angélica Rogel nos habla sobre el reto de dirigir este trabajo que se presenta en el Teatro Helénico y que la hizo cuestionar su lugar en el mundo como mujer, como creadora y como ser político.

¿Cómo te preparaste para Jauría? ¿Leíste sobre el caso real? ¿Viste algunos videos?

Angélica Rogel: Al ser una obra basada en las declaraciones de los acusados y la denunciante, fui a buscar la fuente primigenia. Conseguí los archivos originales y también investigué sobre el caso, las reacciones sociales, y sí, encontré mucho material de video y audio.

Como es un caso muy mediático hay mucho material, que aunque no esté presente todo en el documento, sirve tener toda la información cerca.

¿La consideras de los retos más complejos de tu carrera en teatro?

Jauría es un material que definitivamente me retó. Sé que cada montaje implica distintos riesgos y apuesta. Pero este me retaba también desde un lugar político. Cuestionaba mi lugar en el mundo como mujer, como creadora, como ser político. Y eso hace eco en muchas cosas de la vida cotidiana.

Definitivamente fue un reto personal, y acomodó muchas ideas que andaban revoloteando y que ahora están sembradas en mí.

¿Cómo ayudaste a Ana para poder crear en conjunto este personaje y que no le afecte emocionalmente?

Desde el principio, tanto con ella como con los actores, me fue necesario repetir: ‘esto es un documento’. Esto no es un personaje como lo enfrentamos normalmente.

Aquí hay una postura personal al mostrar el documento. Debe haber un alejamiento. El compromiso está en darle la voz, y que esa voz tome forma intentando que sea desde el lugar más objetivo posible. Sin embargo, son palabras que habitan a Ana y al equipo, que los atraviesan de algún modo, y por eso es necesario tener un grupo de trabajo cordial, amable, que esté para sostenerse en él.

¿Cómo consideras que ha cambiado la obra, o crecido, desde sus primeras presentaciones en el Lucerna hasta ahora llegar al Helénico?

Las voces de ellos y de ella han madurado. Hemos intentado profundizar más en las ideas, en lo complejo del documento. Y también cada vez estamos más claras, siento, en que este es un tema legal.

Ahora lo que más nos interesa es decir: el sistema legal requiere mirar su funcionamiento frente a estos casos. Y el tema educativo, en que urge una educación sexual responsable, que genere conciencia de lo que es una relación consensuada.

Considero relevante que este montaje subraya la diferencia entre consenso y violación, y evidencia la urgencia por una reeducación sexual, ¿consideras que puede ser uno de los logros de la obra?

Justamente de lo que hablaba en la pregunta anterior. Definitivamente me parece una de las bases de este documento.

¿Por qué te gustaría que el público vaya a ver Jauría?

Son mucha las razones, la más superficial podría ser para que conozcan el caso y lo que ocurrió en España, y hagan el simil con el caso de los Porkys en México y su falta de seguimiento legal. Pero más allá de eso, para generar una idea de la manera en que enfrentamos nuestra sexualidad, los mitos sobre lo que es o no consenso, la falta de claridad legal en estos casos, lo dañina que puede ser la actual masculinidad entre ellos mismos y la necesidad de unirnos socialmente para construir nuevas formas de convivencia.

Actualmente estás también dirigiendo Desde cero y hasta subiste recientemente al escenario, ¿Cómo combinas ambos trabajos y qué te ha dejado cada uno?

La improvisación me parece la forma más pura de ficción. Un juego que refresca y que me ayuda a crear otras ficciones. Creo que para que haya luz, hay oscuridad, que se necesitan trabajos escénicos profundos, de choque, y también divertimentos que nos lleven a reencontrarnos con nuestras infancias, ¿qué mejor lugar para reconciliarnos con nosotras que encontrar a la niña y reír? Saber que la realidad es, a veces, terrible, pero requiere equilibrio para encontrar herramientas de combate.

¿Cómo te gustaría inspirar a otras mujeres para que sepan que, si lo sueñan, pueden ser directoras de teatro increíbles como tú?

Gracias por lo que me toca 🙂 La verdad me gusta pensar que soy un modelo terrible. Pienso que los sueños creativos se crean desde la disidencia, desde no desear repetir, sino corromper.

Yo he roto con lo que he podido y, también, he seguido caminos que a veces no quisiera haber caminado.

Me gustaría mirar a muchas mujeres recién egresadas o estudiantes de teatro y decirles: ‘sí se puede, no tienes que quedar bien con nadie. Sólo escucha lo que dice esa voz que alimenta tu fuerza creativa’.

Agéndala

Jauría. Teatro Helénico (Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn, Álvaro Obregón, CDMX). Viernes, 20:00; Sábado, 19:00 y domingo, 18:00 horas. Entradas: $360 y $505.

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